Algo curioso que está pasando en París y cada vez en más lugares es la fiebre de los candados. Un candado es el símbolo de una pareja enamorada, para
representar su amor. Normalmente, se escriben sobre el candado los nombres o
iniciales de los integrantes de la pareja, y una vez cerrado el candado, se
tira la llave para simbolizar el amor inquebrantable. Desde el 2000, estos
candados de amor han proliferado el mundo. En París, como no podía ser menos,
es una de las referencias para las parejas. Aunque con frecuencia son tratados
como acto de vandalismo por las autoridades municipales, ya que hay algún costo
para su eliminación. Pero vayamos por partes. Este es el Pont Neuf (sí, el del viejo verde). De él han
sido retiradas cuarenta toneladas de "candados del amor", y de otras
barandillas de la plaza Vert Galant por motivos de seguridad.
El deterioro del
patrimonio y el riesgo para la seguridad de los parisinos y de los turistas
fueron los principales motivos por los que se ordenó su retirada. Hasta la
instauración de otras barandas permanentes, las del Pont Neuf, han sido
sustituidas por unas provisionales en las que no es posible colocarlos nuevo.
Desde 2015, el consistorio no ha dejado de elaborar planes de retirada de
candados en varios puentes de la ciudad tras el desmoronamiento en 2014 de una
parte del alambrado del Pont des Arts, que terminó cayéndose en el Sena. Las
barandillas con cristales, que costaron 500.000 euros y sustituyeron a las
antiguas en el Pont des Arts, al igual que en el Pont de l'Archevêché, impiden
la posibilidad de colgar nuevos candados. Parece que sale caro al Gobierno esto del amor.
Pero este problema se está resolviendo gracias a que el ayuntamiento de París
ha organizado una subasta benéfica a favor de organizaciones de ayuda a los
refugiados para cerrar de forma original (y caritativa) con los dichosos candados,
que ponían en peligro el puente que comunica el Museo del Louvre con la
Academia Francesa. Los candados aprovechables, que por lo general datan de
fechas recientes pues ya habían sido retirados recientemente antes de la
limpieza definitva en 2016, han sido colocados en racimos sobre soportes de
piedra con la ayuda artística de los estudiantes del Lycée Professionnel Hector
Guimard de París, "en un estilo moderno y depurado". Los candados
subastados han recaudado en total 250.000. Mientras tanto, Emmaüs, Armée du
Salut y Solipam, las tres organizaciones que recibirán íntegramente el dinero
recaudado, se congratulan de lo que consideran otra prueba de la consagración
de París como "ciudad de acogida de refugiados". Bruno Morel,
director general de Emmaüs, asociación que trabaja en la recepción de los
10.046 refugiados que hasta ahora han pasado por las instalaciones municipales
de París explica que el dinero se dedicará a aumentar la calidad de la acogida,
la higiene y a dar "un poco de calidez" a las instalaciones. Si has viajado con tu pareja a París y has caído en la tentación del candado es muy posible que ya no exista, pero al menos habréis colaborado con una buena acción.
(Aquí hay un video)
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